Superpotencias de la inteligencia artificial: china, silicon valley y el nuevo orden mundial

Superpotencias de la inteligencia artificial: china, silicon valley y el nuevo orden mundial

Tomás Pacheco González 1
1 Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid; delegado territorial de la empresa energética Iberdrola en Canarias, en los temas de las TIC, y se encuentra trabajando en la competencia tecnológica entre los Estados Unidos y China, como proyecto para una futura tesis doctoral; se ha dedicado al ejercicio libre de la profesión asesorando sobre la aplicación de fondos europeos a proyectos de comunicaciones de distintas instituciones, como tambien en el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Gobierno de Canarias, Airtel, Vodafone e Iberdrola. Actualmente colabora con la revista “La Gaveta Económica” en la reseña de libros y política exterior. España.
Recibido: 21/03/2023 | Aceptado: 30/06/2023 | Publicado: 27/07/2023

Reseña

Bien entrelazadas, a lo largo de este libro podemos descubrir al menos cuatro hilos conductores.

1º) La IA, a lomos del Aprendizaje Profundo ( Deep Learning ), ha tenido un desarrollo de tal magnitud que nos encontramos en un momento similar a la revolución industrial, la aparición de la electricidad o la introducción de las tecnologías de la información y las comunicaciones. El avance innovador debido al Aprendizaje Profundo ha provocado que se alimenten de forma exponencial las capacidades cognitivas de las máquinas. El abandono en la investigación del enfoque basado en normas por el enfoque basado en redes neuronales ha llevado a generar patrones introduciendo muchos datos. Algoritmos fácilmente mejorables y replicables, gran capacidad de proceso, una cantidad ingente de datos, dominios limitados y objetivos concretos, constituyen la "fórmula mágica" de la IA. Es verdad que aún se trata de una IA estrecha, muy lejos de otra revolución que sería la IA general.

Otro aspecto importante es que el talento ya no es necesario buscarlo en la élite científica, es suficiente con un grupo de ingenieros bien preparados. Hemos pasado de la época de los descubrimientos a la de la implementación, del momento de los conocimientos especializados a la era de los datos.

2º) En estos momento, hay bastantes posibilidades de que China esté mejor posicionada que los Estados Unidos, lo que conduciría a una situación de liderazgo indiscutible en el mundo, salvo que en vez de un escenario competitivo vayamos a un escenario de colaboración, ahora mismo poco probable. Del mismo modo, el beneficio económico se concentrará en unas pocas empresas en cada país.

China vivió lo que el autor llama su "momento Sputnik" (aludiendo a la carrera que provocó en los Estados Unidos el lanzamiento por parte de la URSS del primer satélite artificial de la historia) cuando en 2017 la máquina AlphaGo, proyectada por la empresa propiedad de Google DeepMind, venció a Ke Jie en el juego milenario chino Go en tres partidas. Se trataba de la victoria de una máquina sobre el campeón de un juego con una enorme cantidad de variables, que contiene tradición, sabiduría y dificultad en partes iguales. Para China el momento significó una llamada de la IA que afectaba a todos los estamentos: empresas, universidades, gobierno, capital y otros.

El país se encontraba en una situación de salto tecnológico extraordinario. Lo que había empezado por una copia descarada de las aplicaciones se Silicon Valley pasó a ser una remodelación de todas esas copias en función de las características de los consumidores chinos y una difusión total de los dispositivos móviles, sin el paso intermedio de los ordenadores. A esto hay que unir las luchas despiadadas de los empresarios chinos, lo que ha curtido a toda una generación de emprendedores y ha creado una cultura difícilmente imitable, por muy cuestionable que pueda haber sido en el pasado.

Kai-Fu sostiene que ésta es la situación actual y futura de la IA comparando China con los Estados Unidos 1:

La IA de internet y la empresarial se encuentran a nuestro alrededor y es relativamente sencillo encontrar ejemplos que las representan. La de la percepción está digitalizando nuestro entorno, desdibujando las líneas que separan el mundo digital y el mundo físico. La IA autónoma será la última en llegar y la de mayor impacto: coches autónomos, drones, robot. Transformará todo.

3º) La introducción de la IA va a ser rápida, por las propias características de réplica inmediata de los algoritmos digitales, llevando a una destrucción de empleo sin precedentes, pudiendo ésta alcanzar el cincuenta por ciento de los puestos de trabajo.

Los algoritmos de la IA vienen a ser como la electricidad, el combustible son los datos. Pero para generar esta electricidad no hacen falta máquinas costosas y con dificultad en su transporte y ya están tendidas las redes que la distribuyen. Los datos ya se están generando, probablemente con mayor abundancia en China que en el resto del mundo, en parte debido a la legislación restrictiva de Europa y los Estados Unidos. Por tanto, la implantación de esta revolución tecnológica no es cuestión de tiempo, tan solo de adaptación y adopción generalizada.

La destrucción de empleo en los entornos estructurados es inevitable y posiblemente ya esté ocurriendo en estos momentos. Labores que una máquina puede realizar mejor que un humano van a sufrir una desaparición de los puestos de trabajo y una quiebra de empresas que no podrán competir con otras con menores gastos por la utilización de la IA.

4º) Esa velocidad impedirá una reacción del mercado, pues, si la hay, será lenta y con el coste de grandes tensiones. Las soluciones políticas del tipo renta básica universal no garantizarán una transición pacífica. La única salida es contemplar un nuevo contrato social desde una perspectiva humanista. En otros cambios tecnológicos radicales el mercado ha generado nuevos puestos de trabajo antes inimaginables, riqueza y bienestar, pero con la ayuda de la introducción pausada de las mejoras tecnológicas. Con la IA, actúa en contra la rapidez con la que va a tener efecto su implantación. Tampoco favorece la esperable situación del tipo "el ganador se lo lleva todo", que hará que probablemente China o los Estados Unidos adquieran un poder mayor que el de cualquier otra potencia anterior y que las empresas que obtengan ventajas de este cambio sean gigantes, probablemente alguna de las seis o siete grandes tecnológicas actuales.

¿Cómo afrontar entonces tales tensiones sociales y psicológicas? Kai-Fu propone, desde su "conversión" al haber sido consciente de su propia debilidad frente a la enfermedad, trabajar ya en la generación de puestos de trabajo desde un punto de vista humano, desde el amor, llega a decir. Es posible que no hagan falta médicos porque una máquina, a la que se le suministren todos los datos, cometa menos errores que un doctor, pero siempre vendría bien un contacto humano que pueda comunicarse con el paciente. Acompañantes de personas mayores, conversadores, atención a domicilio, nuevos trabajos (adaptación del hogar según las estaciones, llega a inventar con cierto humor el autor).

En general, afirma Kai-Fu, son profesiones o trabajos que hoy no tienen una remuneración importante, pero que podrían constituir el nexo de una mayor comprensión de lo que somos como seres humanos y de cómo podría ser nuestra relación con las máquinas.

Referencias

Notas

fn1. KAI-FU, Lee. Superpotencias de la Inteligencia Artificial. China, Silicon Valley y el nuevo orden mundial, Editorial Deusto (España), 2020, p. 118.