INTRODUCCIÓN
En su texto "Anábasis" 1 Jenofonte nos relata cómo tuvo que asumir las responsabilidades del mando al frente de un contingente de 10.000 mercenarios griegos, luego de que los jefes y generales que los dirigían fueran asesinados al acudir a parlamentar con sus adversarios persas 2 . Para evitar la desbandada de las tropas, Jenofonte tuvo que imbuirse de la superioridad de la disciplina, identificando la salvación con la victoria y tanteando el posible camino de regreso a casa de las tropas mercenarias, una tarea de corte titánica que no en vano ha sido recordada hasta nuestros días como la Odisea de los 10.000.
En su relato, Jenofonte, establece una distinción nítida entre dos tipos de combatientes: los "soldados patrióticos" y los "soldados expedicionarios". Los primeros ostentan esa condición de modo natural y como una prolongación de sus deberes; combaten "por la causa", operan en una dinámica de "convicción", luchan con fervor en defensa de una religión, de un dios o de una idea; su motivación, se cifra en la defensa inmediata de sus familias, sus mujeres, sus hijos, sus casas, sus tierras y su manera de vida. Los soldados expedicionarios, en tanto, son descritos fundamentalmente como unos "mercenarios", es decir, que en su alistamiento pesa de manera definitiva el argumento de "la paga" o del "botín"; son descritos como unos combatientes que cuando su voluntad flaquea porque arrecian las dificultades, el sostenedor debe ganárselos de nuevo con el incremento o al menos la promesa de un aumento de la paga.
Sin embargo, la obra de Jenofonte también evidencia que los conflictos, una vez desencadenados, entran en una dinámica imprevisible, desbordan los planteamientos previos y pueden generar situaciones límites para la supervivencia. Eso es lo que ocurre con los 10.000 mercenarios griegos; las pautas iniciales quedan sobrepasadas y los estímulos previos se muestran inservibles; la paga queda distante y se imponen las apelaciones inminentes al último instinto de conservación. En esos momentos cruciales, vuelven a ser efectivas las invocaciones que hacen referencia al recurso de la disciplina más estricta en aras de la salvación colectiva para así lograr volver a la patria lejana, ya que por el contrario si la difusión del pánico hubiese alentado la actitud del "sálvese quien pueda", las fuerzas griegas habrían enfrentado un inevitable desastre.
Es aquí donde los requerimientos de "urgencia" y "necesidad" cobraron especial importancia, ya que los expedicionarios mercenarios tomaron conciencia de que lo que estaba en juego no era otra cosa que "sus propias vidas" y "no la paga ni el botín". Surge entonces lo que podríamos llamar el patriotismo de "último recurso" o sea, la idea del compañerismo fraternal propio de la supervivencia, que viene a constituir una explicación válida que justifica el resultado exitoso del regreso a casa de los 10.000 mercenarios griegos.
Habiendo transcurrido más de 2.400 años desde los hechos relatados por Jenofonte, la "tipología" de las fuerzas mercenarias ha variado y resulta pertinente separar tres sectores el uno del otro. En un primer sector se encuentran corporaciones o compañías militares privadas (CMP) que intervienen directamente en el campo de batalla. Estas CMP son reclutadas, generalmente, por gobiernos, consorcios o actores no estatales armados que solo disponen de personal insuficientemente calificado, o de escaso material bélico 3 . El segundo sector está compuesto por las CMP que brindan asesoría y capacitación. La diferencia decisiva en relación con el primer tipo radica en que los miembros de estas organizaciones no participan directamente en las operaciones militares 4 . Un tercer sector son las CMP que ofrecen logística, apoyo técnico y transporte para los ejércitos regulares e irregulares 5 .
Al respecto, Ana Esther Ceceña 6 expresa que los estilos de guerra han cambiado y se han diversificado según las circunstancias históricas, geográficas, culturales y políticas; sus propósitos específicos también han variado de acuerdo con la ubicación o situación de confrontación particular. La temporalidad actual de las guerras es indefinida; se fraguan subrepticiamente; pueden ser lentas o rápidas; no son declaradas, pero sí desestabilizantes; pueden ser azuzadas por múltiples vertientes; y muchas veces, entre sus actores, continúan plenamente vigentes las fuerzas mercenarias. Estas fuerzas muchas veces son silenciosas y anónimas, lo que les permite desatar conflictos y más directamente guerras, atribuyéndolas a fenómenos internos o fortuitos, pero en los que es difícil identificar claramente el origen. Es muy difícil identificar de dónde vienen, llegan y se retiran sin previo aviso; difieren en estilos y lugares; no dejan muchos rastros, pero sí mucha confusión; sus métodos parecen casuales y no planificados o calculados 7 .
Por su parte, Darío Azzellini 8 argumenta esta vez en torno a las formas de conducción de las guerras que estas están cambiando, toda vez que al lado de los ejércitos estatales han surgido cada vez más CMP, paramilitares, señores de la guerra, ejércitos privados y mercenarios individuales como nuevos actores de conflicto. Agrega que las guerras se llevan a cabo con menor frecuencia entre Estados nacionales, y con mayor regularidad en el interior de éstos entre tropas regulares e irregulares y, en todos los casos, contra la población civil 9 .
Durante bastante tiempo estos fenómenos fueron ignorados y, luego, se empezaron a hacer más visibles con mayor fuerza y bajo la denominación de "nuevas guerras". Es en este escenario que se ha hecho creciente la aparición de empresas privadas de violencia como un síntoma del "debilitamiento del Estado", en donde además impera el "caos" y la "anarquía", al mismo tiempo que se evidencia una pérdida del "monopolio de la violencia estatal", sobre todo en los llamados "Estados fallidos" frente a los cuales Occidente se encuentra más o menos impotente 10 .
Para el caso particular del conflicto ruso-ucraniano, el empleo de fuerzas mercenarias ha tenido una especial relevancia ya que el amplio uso de combatientes "extranjeros" en el conflicto ha tornado aún más difícil la denominación genérica de "mercenarios", a quienes sin ser ciudadanos de ninguno de los países en conflicto participan directamente en el combate. Lo anterior, incluso nos puede llevar a la inconveniente "intención" de establecer la existencia de unas fuerzas de mercenarios "ilegítimas" y otras "legitimadas", dependiendo aquello del lado en que nos situemos respecto tanto de los contendores como de nuestras propias "intenciones" de justificar o no sus actuaciones.
EL CASO DE RUSIA
Según señala Lorena Sánchez 11 , las CMP rusas han recibido mucha atención en los últimos años bajo el mandato del presidente Putin. La forma en que el gobierno ruso se relaciona con las CMP es diferente a como lo hacen los gobiernos occidentales con sus respectivas corporaciones militares. De acuerdo con la legislación rusa, las CMP que prestan servicio de combate fuera de Rusia son oficialmente "ilegales" 12 .
La "ilegalidad" a que hace mención Sánchez se encuentra establecida en el artículo 13.5 constitucional que prohíbe las "asociaciones ilícitas" cuyos fines incluyan el establecimiento de "unidades armadas" 13 . A mayor abundamiento, el artículo 71 de la Constitución considera que el Estado se debe encargar de los asuntos de la defensa, seguridad, guerra y política exterior 14 .
Por otra parte, según Sánchez, también existe una ley del año 1996, donde se prohíbe expresamente a los ciudadanos rusos participar en conflictos armados en el extranjero para obtener beneficios económicos. Sin embargo, en la práctica, las CMP desempeñan tareas claves tras el logro de los objetivos de la política de Moscú y en la promoción de los intereses de seguridad nacional de Rusia. Derivado de lo anterior, las CMP rusas aparecen en varios conflictos a nivel mundial, ya sea operando con milicias locales, voluntarios y otros actores no estatales inmersos en los conflictos. En algunas circunstancias se les ha visto estrechamente controladas por el gobierno, en tanto que en otras ocasiones pareciera que el control gubernamental es ambiguo e incierto.
Inicialmente, las CMP rusas ofrecían servicios tradicionales de formación y protección para empresas privadas y estales, incluidos servicios antisecuestro y antipiratería, sobre todo para el caso de compañías de petróleo y gas. Pero, gradualmente, fueron derivando hacia servicios de combate que consideran no solamente entrenamiento y coordinación de fuerzas locales, sino que también la participación directa de sus efectivos en operaciones de combate.
Existe poca información acerca del número exacto de CMP rusas, su financiamiento y su funcionamiento interno. La CMP más conocida es sin lugar a dudas el Grupo Wagner, el cual con ocasión del actual conflicto entre Rusia y Ucrania ha evidenciado su existencia al participar directamente en numerosas acciones de combate, lo cual indudablemente ha tornado aún más complejo el escenario de este sangriento conflicto 15 .
No obstante, al recurrir a fuentes abiertas e informes de institutos de investigación y de organizaciones gubernamentales, se puede señalar que aparte del Grupo Wagner se conocen otras CMP rusas 16 , entre las cuales destacan Moran Security Group, Slavonic Corps Limited y E.N.O.T. Corp.
Moran Security Group es un grupo internacional de empresas que ofrece servicios de primer nivel en seguridad, transporte, atención médica, rescate y consultoría. Esta empresa publicita un enfoque específico en diferentes puntos críticos del mundo, tales como Medio Oriente, Asia Central y África, el que incluye reclutamiento de expertos locales y extranjeros que pueden actuar en entornos dinámicos y altamente sensibles. Para este efecto, Moran Security Group emplea expertos militares y civiles de primer nivel, con capacitación especializada y experiencia práctica en las zonas críticas mencionadas 17 .
Por su parte, Slanovic Corps Limited comenzó a operar en la guerra de Siria el año 2013, dos años antes de la intervención oficial de Rusia en el conflicto. Esta empresa es una filial de la empresa rusa Moran Security Group que se encuentra registrada en Hong Kong. Respecto a sus actividades, se conoce que en octubre de 2013, reclutaron 270 miembros de su personal para vigilar campos petroleros en Deir ez-Zor, Siria 18 .
E.N.O.T. Corp. es un grupo paramilitar creado por miembros del movimiento nacionalista ruso "Svetlaya Rus". La intención original del grupo fue reclutar efectivos para participar en el conflicto de la región del Dombás, Ucrania. Durante el 2015, estos efectivos fueron desplegados en Crimea junto a militares rusos para hacerse del control de Debaltsseve. Se conoce que promueve el nacionalismo a través de programas juveniles, campamentos paramilitares y otras actividades. En el año 2018 Letonia prohibió el contacto de su población con estos grupos 19 .
En general, las CMP rusas ofrecen cuatro beneficios potenciales al gobierno ruso:
1) permitir que el gobierno niegue y desvíe las evidencias de su participación directa en conflictos;
2) evitar bajas de las fuerzas armadas;
3) brindar un despliegue y retiro rápido; y
4) bajo costo, ya que instrumentalizar las CMP resulta más barato que usar fuerzas convencionales.
El planteamiento anterior es reafirmado por el analista de asuntos rusos y europeos Andrew S. Bowen en su reporte ante el Congreso de EE. UU., al señalar que Rusia utiliza estas CMP para proyectar poder a nivel mundial. Según Bowen, estos equipos varían en tamaño y alcance y actúan como una herramienta no oficial (aunque nominalmente ilegal) de la política exterior rusa 20 .
La CMP Wagner, más que una sola entidad, es considerada una organización que coordina múltiples entidades menores, operaciones y actores que son supervisados directamente. Este grupo ha desempeñado un papel clave en varios países, particularmente en África y ha tenido una destacada participación en la guerra de Rusia con Ucrania, a pesar de que en la actualidad su real estatus no está claro después del abortado motín emprendido por su antiguo líder, Yevgueny Prigozhin 21 , en contra del gobierno ruso en junio de 2023.
El Grupo Wagner evolucionó a partir de otras CMP rusas, incluidos aquellos grupos que operaron en Siria durante el año 2013. En esa época, Rusia ya estaba experimentando con CMP, incluyendo tanto su papel en el conflicto como también su relación con el Estado. Al respecto, se estima que el Sistema de Inteligencia Militar ruso ayudó a establecer y supervisar el grupo Wagner, incluyendo la creación de centros de entrenamiento ubicados en las cercanías a bases de operaciones de los grupos de élite Spetsnaz de las fuerzas armadas rusas.
El Grupo Wagner apareció por primera vez como entidad en 2014, durante la toma y ocupación por parte de Rusia de la región ucraniana de Crimea. En dicha ocasión, esta CMP estuvo involucrada en la invasión rusa del este de Ucrania hasta el año 2015, incluyendo la participación activa en la ejecución de presuntos asesinatos de líderes rebeldes locales. Durante todo este tiempo y hasta el año 2016, Wagner se involucró también en el apoyo a la intervención de Rusia en Siria. Por otra parte, se ha podido determinar que, a partir de fines de la década de 2010, la CMP Wagner estableció operaciones en varios países africanos, brindando servicios de seguridad y, en algunos casos, participando en proyectos de minería y otras actividades del sector privado. Estos países incluyen la República Centroafricana, Libia, Mozambique, Malí y Sudán.
Tanto el Grupo Wagner como el resto de las CMP rusas resultan novedosas en cuanto "asociaciones público-privadas" rusas, toda vez que tradicionalmente la autoridad gubernamental rusa limita enormemente a las entidades privadas. Las CMP nominalmente siguen siendo "ilegales" según la legislación rusa, pero, sin embargo, el gobierno les brinda oportunidades y protección que no están disponibles para otras empresas o personas. En esencia, se otorga autoridad a estas entidades privadas siempre que operen a instancias y de acuerdo con las preferencias e intereses del gobierno. De esta forma las CMP pueden perseguir intereses privados o comerciales, pero deben cumplir con las solicitudes del gobierno cuando se les solicita y, en última instancia, deben permanecer bajo la dirección de las autoridades rusas. Derivado de todo lo señalado anteriormente, es que EE. UU., ha buscado identificar al Grupo Wagner como una fuerza de "proxy war" del Ministerio de Defensa ruso, a pesar de estar dirigida por un ciudadano privado 22 .
Antecedentes iniciales del conflicto ruso-ucraniano apuntaron a que Rusia desplegó combatientes irregulares del Grupo Wagner en territorio controlado por los rebeldes en Ucrania para así sentar las bases para su invasión del 24 de febrero de 2022. Aunque su uso no fue precisado con certeza, se supone que habrían realizado acciones de sabotaje y de "bandera falsa" 23 , en tanto que otros efectivos se incorporaron directamente a las fuerzas que participaron en la invasión rusa. Hasta febrero del 2022 se estimaba que unos 200 efectivos irregulares rusos habían muerto en combate y que se estaba registrando un incremento de unos 40.000 mercenarios sirios para unirse al lado ruso en el conflicto 24 .
En todo caso, el Grupo Wagner ha desempeñado un papel importante en la invasión rusa de Ucrania, aspecto que se volvió más prominente a mediados de 2022 después del fracaso inicial del ejército ruso en lograr objetivos clave. Inicialmente, la CMP Wagner supuestamente proporcionó pequeños grupos de personal relativamente bien entrenado y equipado para apoyar al ejército ruso. A medida que la guerra continuaba y el ejército ruso seguía teniendo un desempeño deficiente, Wagner se expandió para realizar operaciones a gran escala, buscando específicamente capturar la ciudad ucraniana de Bakhmut. Sin embargo, a medida que avanzaba el conflicto, se empezó a vincular al Grupo Wagner con numerosos casos de posibles crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos en Ucrania, incluso contra su propio personal.
Por otra parte, Wagner empezó a reclutar un gran número de presidiarios de las prisiones de toda Rusia para luchar en Ucrania con la promesa de clemencia. Estas tropas fueron utilizadas en ataques de "ola humana", en los que unidades compuestas por expresidiarios lanzaron ataques contra las fuerzas ucranianas y sufrieron numerosas bajas. Como el ejército ruso tuvo un desempeño inferior a las expectativas del gobierno y de la inteligencia rusa, el líder del Grupo Wagner, Yevgueny Prigozhin, aprovechó los fracasos del ejército ruso y buscó aumentar su perfil presentando a Wagner como un servicio más eficiente, capaz de lograr objetivos que los militares regulares no podían. Esto provocó luchas internas públicas entre Prigozhin y altos mandos del ejército, así como con otros miembros de la élite rusa e incluyó acusaciones de incompetencia contra el Ministerio de Defensa por la retención de suministros y municiones necesarios para la operación del Grupo Wagner. En respuesta, la jerarquía militar rusa tomó medidas para socavar a Prigozhin y pareció ganar ventaja al limitar gradualmente la autonomía del grupo. La CMP Wagner perdió así el derecho a seguir reclutando presidiarios y el Ministerio de Defensa anunció que todas las "unidades de voluntarios" tenían que firmar contratos con el Ministerio de Defensa antes del 1 de julio de 2023. Tales medidas buscaban colocar al Grupo Wagner bajo el mando efectivo y total del Ministerio de Defensa, socavando seriamente el control de Prigozhin y la propia independencia del Grupo Wagner.
Las tensiones y las luchas internas culminaron cuando Prigozhin acusó al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, de mentirle al presidente ruso Vladimir Putin sobre la justificación de la invasión y el estado actual de la guerra. Posteriormente, las autoridades rusas emitieron una orden de arresto en su contra, lo que llevó a Prigozhin y al Grupo Wagner a rebelarse contra las autoridades rusas, concretando la toma de la sede del Distrito Militar del Sur de Rusia en la ciudad sureña de Rostov del Don y la marcha hacia Moscú. Posteriormente, Prigozhin afirmó que su rebelión no era contra Putin sino contra los líderes militares y otros asesores que estaban engañando al presidente. Esta breve insurrección finalizó luego de que se anunciara un acuerdo que preveía una amnistía y la salida de los combatientes del Grupo Wagner hacia Bielorrusia.
La situación actual del Grupo Wagner es incierta. En Libia, se ha reforzado la presencia del Grupo Wagner fusionándolo con otras dos CMP, Convoy y Redut, pero ahora rebautizadas las tres como "Cuerpo Expedicionario" y quedando bajo el control del general Andrey Averyanov 25 . Según algunos expertos, Rusia habría logrado ya desmantelar y reemplazar a este grupo de mercenarios en tanto que otras fuentes señalan que el grupo sigue plenamente vigente, esta vez liderado por el propio hijo del extinto Yevgueny Prigozhin, Pavel Prigozhin, quien habría llegado a un acuerdo con Putin para seguir operando exclusivamente en la República Centroafricana. Al respecto, el diario francés Le Monde ha destacado recientemente que entre 1.500 a 2.000 mercenarios del Grupo Wagner han apoyado al ejército de la República Centroafricana a recuperar muchos territorios controlados por los rebeldes, pero a costa de numerosos abusos. En este mismo contexto, se destaca que "todavía hay focos de inseguridad en las fronteras del país pero, en general, el enfoque fuerte y brutal utilizado por los mercenarios rusos del grupo Wagner ha dado sus frutos y les ha permitido recuperar el control de las ciudades\" 26 .
Al respecto, es necesario destacar que el grupo paramilitar y mercenario ruso con el paso del tiempo se ha convertido en un elemento imprescindible para las autoridades de la República Centroafricana, al punto de que el intento de rebelión del líder del grupo, Yevgeny Prigozhin, al ser conocido por las autoridades de dicho país, si bien es cierto despertó preocupación no tuvo ningún impacto negativo en el estatus privilegiado que poseen en África 27 .
De hecho, y como muestra de la influencia del "poder blando" ejercido por la CMP Wagner en dicha República, existe un monumento que conmemora la actuación de los mercenarios rusos en las tareas destinadas a sofocar el actual conflicto interno que afecta al país, y que el año 2018 dio origen a un acuerdo firmado con Moscú. Este particular homenaje al "mercenarismo" se encuentra ubicado en la ciudad de Bangui, y su inauguración el año 2021 contó incluso con la presencia del propio presidente Faustin-Arghange Toudéra, lo cual originó una amplia cobertura por parte de los medios locales y rusos 28 .
La CMP Wagner también ha sido detectada en Venezuela, apoyando al régimen de Maduro y brindándole protección directa frente a las eventuales protestas que se producen habitualmente en su contra 29 . De acuerdo con otras fuentes, es muy probable que el grado de presencia de activos militares rusos en Venezuela esté correlacionado con la inversión geopolítica del Kremlin. Aclarando lo anterior, se puede señalar que las ganancias de las inversiones minerales y petroleras rusas dependen de la continuidad del Estado venezolano y, por otra parte, también es probable que el propio Maduro dependa de las CMP como Wagner para proteger el control gubernamental contra amenazas militares internas y externas. Por otra parte, también se ha comentado que esta CMP rusa desempeña un papel importante en la protección de infraestructura crítica venezolana 30 .
Durante la mayor parte del siglo XXI Rusia ha invertido política y económicamente en Venezuela. Al analizar la relación ruso-venezolana y su entorno geopolítico dividido, se puede visualizar que las resoluciones estancadas en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela representan el grado de inacción internacional para resolver el conflicto. Ni Estados Unidos ni Rusia están dispuestos a hacer concesiones debido a las posibles consecuencias. La presencia de la CMP Wagner en Venezuela apenas se informa, si es que se informa. Los informes sobre conflictos civiles en Venezuela no son muy diferentes, aparte de enfrentamientos fronterizos ocasionales y protestas masivas. En este contexto, Rusia no solo ha mantenido inversiones privadas sino también el apoyo público a Maduro a pesar de las sanciones de Estados Unidos a entidades que comercian con empresas de propiedad venezolana y las críticas internacionales 31 .
Según Beatrice Rangel, el "desembarco" del Grupo Wagner en Venezuela obedece a dos objetivos rusos: el primero es impedir que un cambio de régimen les prive de las jugosas compras de armas del ejército bolivariano; el segundo, es mantener con vida al régimen de La Habana asegurándole así el suministro petrolero. Cuba es un peón importante en el ajedrez para los servicios de espionaje y de movilización de activos prorrusos en los Estados Unidos. Algunos expertos afirman que estos servicios de observación y entrenamiento de activos tuvieron mucho que ver con la preparación del ataque a las Torres Gemelas en 2001 32 . En Venezuela, el "Africa Corps" 33 podrá dirigir la explotación de oro, coltán y otros minerales clave para la industria electrónica. Tendrá por ello que enfrentarse al ELN, las FARC disidentes y otros grupos mafiosos, todo lo cual no pareciera presentar mucho problema para el ejército privado ruso 34 .
EL CASO DE UCRANIA
El 27 de febrero de 2022 el presidente Volodymyr Zelensky anunció al mundo la creación de la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, también conocida como Legión Internacional ucraniana o Legión Extranjera ucraniana. Esta organización fue establecida formalmente dos días después, y a la fecha ha permitido que miles de voluntarios extranjeros se unan para luchar contra los invasores rusos.
La creación de un cuerpo militar de este tipo, que permite el reclutamiento y la integración de voluntarios extranjeros en las fuerzas armadas de un país, no es una novedad en sí misma. De hecho, a partir de la creación de la legión extranjera francesa, el año 1831, hasta la activación de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española en los años 1936-1939, existen numerosos ejemplos en los que el gobierno de un país en guerra ha considerado la participación de ciudadanos extranjeros, ya sean integrados a unidades militares existentes o reunidos en unidades especiales de extranjeros.
La Legión Internacional ucraniana no es la primera legión extranjera creada en el contexto de la guerra ruso-ucraniana, ya que la llamada Legión Nacional de Georgia ha luchado en la región de Dombás desde el año 2014. Esta Legión, inicialmente compuesta exclusivamente por ciudadanos georgianos, se integró por primera vez en las fuerzas armadas ucranianas en febrero de 2016 y posteriormente quedó abierta para voluntarios extranjeros de diversa procedencia y nacionalidades.
La Legión Internacional para la Defensa de Ucrania (en adelante la Legión Internacional), luego de su formación por decreto presidencial ha participado en la mayoría de las campañas y batallas cruciales de la guerra en contra de Rusia. Los equipos de legionarios también se encuentran integrados en algunas de las brigadas más destacadas de las fuerzas armadas ucranianas y, por lo tanto, se puede argumentar que la Legión Internacional es una parte estructural de la fuerza terrestre de Ucrania y, como tal, consta tanto de batallones de infantería como de otras unidades de tareas especiales.
La Legión Internacional cuenta en la actualidad con un sitio oficial en la Internet 35 , donde se despliega toda la información necesaria y los formularios requeridos para ser reclutado. Al respecto, se destaca que en dicho sitio se pone énfasis en que el legionario reclutado no puede ser considerado un "mercenario" ni un "criminal" por unirse a la Legión Internacional, sino que, por el contrario, al ser reclutado se convierte "legalmente" en un militar perteneciente a las fuerzas armadas de Ucrania, al igual que todos los demás ciudadanos ucranianos o no ciudadanos que sirven al país. En todo caso, en el mismo sitio se recomienda que el interesado consulte previamente las leyes locales sobre la postura de su propio Estado respecto a las personas que sirven en el ejército de otros países 36 .
En cuanto a los requisitos básicos para ingresar a la Legión Internacional, el sitio en Internet señala que el límite de edad establecido por la legislación ucraniana es de 18 a 60 años de edad; los candidatos no pueden haber sido procesados o condenados penalmente; no pueden estar afectados por enfermedades crónicas para lo cual una comisión médica efectúa una valoración a cada candidato; todos los candidatos deben ser capaces de realizar los trabajos y tareas básicas propias de la infantería; cada candidato debe llegar por sus propios medios e ingresar legalmente a Ucrania, dado que ni la Legión Internacional ni las fuerzas armadas de Ucrania otorgan asistencia con visas u otro tipo de apoyo para concretar el viaje; la experiencia militar no es obligatoria, pero puede aumentar las posibilidades para ser aceptado; las experiencias previas como policía, militar, paramilitar, bombero y enfermero sí se consideran relevantes; no se requiere experiencia en combate, pero dicha condición también aumenta las posibilidades de ser aceptado; finalmente, se aclara que se puede considerar como experiencia militar el haber tenido experiencia "paramilitar" o en "milicias" 37 .
En el mismo sitio se aclara que el reclutamiento de efectivos extranjeros no es exclusivo para la Legión Internacional, sino que para todas las unidades bajo el comando de fuerzas terrestres, que se organiza a base de equipos, escuadrones, compañías o batallones internacionales. En todo caso, la Legión Internacional y sus batallones, corresponde a la unidad más común y numerosa formada principalmente por extranjeros. Al ingresar a la Legión Internacional, se requiere suscribir un contrato que tiene una duración de tres años que puede prorrogarse automáticamente. El contrato puede rescindirse por parte del recluta extranjero después de seis meses, pero no durante un despliegue de combate. En cuanto a los roles que puede cumplir el legionario, estos se determinan después de un proceso de capacitación, siendo la única limitación que los extranjeros no pueden ocupar puestos de oficiales 38 .
En cuanto a remuneraciones, el legionario recibe el salario estándar de un soldado ucraniano, que corresponde a un monto aproximado de USD $550 por mes detrás de la línea del frente, USD $1.100 mensuales por servicio en una zona peligrosa y hasta USD $4.800 mensuales en despliegue de combate. Estos montos son aproximados en cuanto a los tipos de cambio de moneda, a los roles y a las unidades donde se prestan servicios, derivado de lo cual se pueden percibir otras bonificaciones adicionales 39 .
Referido a indemnizaciones, la Legión Internacional asegura, en su sitio, que los heridos recibirán tratamiento gratuito y una indemnización especial en caso de discapacidad. Por otra parte, las familias de los legionarios fallecidos recibirán una compensación de 15 millones de UAH 40 , que en términos generales equivale a más de USD $400.000. Para tal efecto, los familiares directos de los caídos deberán abrir cuentas bancarias y presentar los documentos necesarios en Ucrania, para así recibir la compensación acordada. En cuanto a los legionarios discapacitados, en el sitio se señala que se han establecido pagos escalonados según se detalla en una cartilla vigente para este efecto 41 .
Otro aspecto relevante mencionado en el sitio de la Legión Internacional se refiere a que el contrato militar con las fuerzas armadas de Ucrania puede ser considerado como la base legal para una estancia a largo plazo en dicho país. Es decir, se plantea que el contrato y la correspondiente identificación militar prueban que el soldado extranjero se encuentra en territorio ucraniano de manera legal. Por lo tanto, mientras aquello se mantenga vigente este soldado extranjero no requiere obtener otro permiso de residencia. También se señala que el servicio en el ejército es un camino hacia la obtención de la ciudadanía ucraniana. En este contexto, se indica expresamente que existen iniciativas legales que permiten agilizar un eventual proceso de obtención de la ciudadanía por parte de veteranos extranjeros que prueben haber prestado servicio al país.
Complementariamente, resulta pertinente destacar que existe un texto redactado por el Ministerio de Defensa de Ucrania con el apoyo de la Cruz Roja ucrania que lleva por título "Guía de Disposiciones Nacionales e Internacionales esenciales de Derecho Humanitario para extranjeros en las fuerzas armadas de Ucrania" 42 , cuyo objetivo es servir como una herramienta práctica para los extranjeros interesados en unirse a las fuerzas armadas ucranianas y también para aquellos que ya son soldados. En esta guía se establece información detallada sobre los deberes, derechos y garantías de los soldados extranjeros, describiendo además una serie de aspectos clave que incluyen, entre otros, actos legislativos importantes.
Ahora bien, respecto a la nacionalidad y número de "combatientes extranjeros" presentes en Ucrania, existen numerosas fuentes abiertas que han dado cuenta de información bastante dispar y confusa en torno a aquello. De hecho, durante el presente año, se ha argumentado que los canadienses serían una de las nacionalidades más numerosas presentes entre quienes combaten a favor de Ucrania. En este contexto, Radio Canadá ha señalado que ha podido rastrear al menos a 18 canadienses que estuvieron o están aún participando como combatientes o como parte de otros esfuerzos humanitarios. Al respecto, este mismo medio noticioso hace mención que, el 26 de marzo del 2024, dos ciudadanos canadienses que servían en la Legión Internacional resultaron muertos en combate; ambos fallecidos serían exintegrantes de las fuerzas armadas de Canadá, que luego se habrían retirado para combatir a favor de Ucrania. Otras informaciones similares apuntan a que, hasta la fecha, habrían fallecido ya un total de nueve soldados canadienses. Por su parte, el gobierno canadiense desconoce estar al tanto de ciudadanos de esa nacionalidad combatiendo en Ucrania. Adicionalmente, se pudo determinar que uno de los canadienses fallecidos se encontraba luchando en la región de Dombás, junto a otros dos combatientes estadounidenses, los cuales también resultaron muertos 43 .
El propio Ministerio de Defensa ruso ha estimado que el número de mercenarios extranjeros luchando a favor de Ucrania correspondería a unos 13.000 efectivos, de los cuales unos 6.000 ya habrían fallecido en combate 44 . Según esta misma fuente, Polonia sería quien ha proporcionado el mayor número de mercenarios, con 2.960 efectivos, de los cuales más de la mitad, unos 1.497 ciudadanos, habrían resultado muertos durante las hostilidades. En relación a Estados Unidos, considerado el principal patrocinador y donante de ayuda militar de Kiev, se señala que habría proporcionado unos 1.113 mercenarios, de los cuales al menos 491 habrían sido muertos. El tercer lugar en esta lista del ministerio ruso, sería Georgia, con 1.042 mercenarios, de los cuales al menos 561 habrían resultado asesinados. A Georgia le sigue de cerca Canadá, que ha proporcionado 1.005 mercenarios identificados, de los cuales al menos 491 han muerto. También se asegura que el Reino Unido, Rumania y Croacia han aportado un número significativo de mercenarios. Finalmente, hacen mención que a pesar de que Paris ha declarado su apoyo a Kiev, tan solo unos 356 ciudadanos franceses habrían optado por luchar a favor de Ucrania, y alrededor de 147 de ellos ya habrán sido dados de baja 45 .
De las estimaciones rusas se puede apreciar que resulta bastante difícil determinar con certeza la ciudadanía y el número exacto de combatientes, como también las bajas producidas en el conflicto, por cuanto ambos bandos no entregan evidencias concretas y reales respecto de sus propias dotaciones y bajas y, por el contrario, se limitan a informar datos del bando opuesto, lo que en la mayoría de los casos resulta muy complejo y poco factible comprobar.
Según otra fuente abierta 46 , el ejército ucraniano tiene dos tipos de mercenarios para contratar en la guerra que la OTAN y Washington llevan a cabo en su territorio contra Rusia. Por una parte, se trata de "personal preparado" que suele manejar los equipos y tecnologías más avanzadas, proporcionadas por las potencias occidentales y que suelen ser oficiales de los mismos países de la OTAN y, por otra parte, una gran masa de "carne de cañón" que serían lanzados al campo de batalla terminando sus días con algo de dólares en sus cuentas, pero al final de la jornada, como un número más en las enormes bajas en las filas de las fuerzas del régimen ucraniano. Entre estos últimos se encontrarían mercenarios latinoamericanos que, según el gobierno ruso, habrían sido contratados por Ucrania. En este sentido, se ha consignado que entre los países latinoamericanos que más combatientes han aportado destacan Colombia, de larga tradición en este tipo de materia incluyendo el "sicariato", y otros países tales como Argentina, México y Ecuador 47 .
Otros medios como Sputnik también han alertado que Ucrania ha intensificado la tarea de reclutamiento de combatientes provenientes de países asiáticos, latinoamericanos y de Asia Occidental, sobre todo de Argentina, Brasil, Afganistán, Irak y las zonas de Siria controladas por las llamadas "unidades de autodefensa kurdas" junto a la labor realizada por monarquías del golfo Pérsico como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, las que junto a la CIA mantienen conversaciones para contratar mercenarios de grupos extremistas que han combatido en la agresión contra Siria y Yemen 48 .
En relación a CMP apoyando a Ucrania, Nournews ha señalado que existen antecedentes de que G.O.A. Tactical, con sede en España, sería la única empresa española que se encuentra abocada a entrenar mercenarios en contra de Rusia 49 . Según esta fuente, aquellos que deseen someterse a este entrenamiento, deben pagar una tarifa de 700 euros (750 dólares) por cinco días de capacitación para luego postular a un contrato con el Ministerio de Defensa de Ucrania, y obtener así un salario de alrededor de 3.400 euros (3.600 dólares), si es que logran unirse a las unidades de élite. Francisco Galván, director y entrenador principal de GOA Tactical, ha aclarado el papel de su empresa en este proceso señalando que: \"Nuestra empresa tiene contactos con ministerios de defensa de todo el mundo, incluido Ucrania. Lo que hacemos es evaluar, mediante entrenamiento, a las personas interesadas en combatir y darles los contactos, para que luego puedan tener mejores opciones de ser seleccionados para integrarse a las fuerzas ucranianas". Sin embargo, ha subrayado que: "es responsabilidad del voluntario iniciar el contacto directo con las autoridades ucranianas". Con estas declaraciones, el Director G.O.A. Tactical, ha buscado evitar que su empresa sea clasificada como un contratista privado de seguridad y defensa, destinado a proporcionar un servicio similar a la CMP Wagner 50 .
Como corolario, se puede argumentar que la invasión a Ucrania ha provocado que el país se haya visto obligado a solicitar auxilio internacional, en todas sus formas, para enfrentar los ataques rusos. La petición ha tenido efectos en la comunidad internacional y la respuesta ha sido abrumadora, toda vez que miles de combatientes han arribado a Ucrania, desde todas partes del mundo, para prestar sus servicios contra Rusia. Aparte de combatientes, el auxilio también se ha hecho presente en variadas formas, que van desde la recogida y el envío de víveres, ropa y juguetes, hasta la acogida masiva de ucranianos que huyen del conflicto. En este contexto, se puede destacar que luego de la desesperada solicitud de ayuda por parte del gobierno ucraniano se instauró en el país un decreto, mediante el cual entró en vigor un régimen de ingreso al país sin visa para todo aquel que estuviera dispuesto a unirse a la Legión Internacional de Ucrania y así hacer frente a los ataques rusos 51 .
Ante lo señalado anteriormente, surge la inquietud por saber quiénes son estos soldados internacionales que se enrolaron en la misión de defender a Ucrania y cuál es el marco legal de protección al que estarían sujetos. La cifra, según funcionarios gubernamentales ucranianos, sería superior a 16.000 extranjeros, los cuales mayoritariamente se habrían registrado en la Legión Internacional. Aunque estos datos no pueden ser confirmados con exactitud, se ha evidenciado que son miles de personas, con aparente formación militar, los que se han movilizado para combatir en refuerzo de las tropas ucranianas. Derivado de lo anterior, ha surgido la natural inquietud, muy similar a lo ocurrido con la presencia de CMP rusas en el conflicto, respecto a si se puede o no descartar a priori que estos combatientes "extranjeros" adscritos a la Legión Internacional, corresponda a una nueva "tipología" de mercenarismo.
Otras versiones similares indican que con el inicio de la guerra se produjo una avalancha de voluntarios extranjeros que acudieron a engrosar las filas ucranianas. En un principio se habló de cifras cercanas a los 20.000 voluntarios de 52 países diferentes que viajaron a Ucrania. Esta vorágine de solidaridad internacional vino propiciada incluso por el propio Zelensky, que en los primeros días de la guerra señalaba: "Cualquiera que quiera unirse a la defensa de Ucrania, Europa; el mundo puede venir y luchar codo con codo con los ucranianos contra los criminales de guerra rusos". Se ha resaltado que existe una gran cantidad de voluntarios que son exmiembros de fuerzas de operaciones especiales estadounidenses o británicas, principalmente. Este perfil ha sido extremadamente útil para Ucrania, ya que, al integrarlos en las unidades, el resto de sus compañeros pueden aprender de sus tácticas y doctrinas. Entre los voluntarios también hay perfiles técnicos que tienen habilidades muy concretas como conocimientos sobre instalación y desactivación de minas y explosivos, armado de puentes tipo mecano y operación de sistemas de artillería y misiles.
Un importante grupo de voluntarios con experiencia militar corresponde a combatientes chechenos opositores al caudillo Ramzán Kadírov. 52 Estos chechenos contrarios al régimen de Putin, se agrupan principalmente en torno a dos batallones: el batallón Dzhokhar Dudayev y el batallón Sheik Mansur. El núcleo duro de estos batallones, que llevan en Ucrania desde 2014, está formado por veteranos de las guerras de Chechenia que ven este conflicto como una forma de luchar contra el imperialismo ruso y el régimen de Kadírov. Los chechenos han estado en varias batallas como en la defensa de Kiev y Mariúpol, la contraofensiva de Járkov o incluso en las batallas de Severodonetsk, Bakhmut y Vuhledar 53 .
La diferencia sustancial entre la Legión Internacional y el Grupo Wagner, para quienes se muestran a favor de Ucrania, estaría dada por el hecho de que la Legión Internacional forma parte de la estructura de las fuerzas armadas ucranianas; que sus integrantes son, por lo tanto, soldados y no mercenarios a sueldo; que están sujetos a las normas internacionales de la guerra y que, como tales, deben ser tratados como prisioneros de guerra en caso de ser apresados. Por otra parte, también argumentan que la existencia misma de la Legión Internacional se encuentra anclada a una realidad concreta, que no es otra que la sangría permanente de más dos años de guerra, que han dejado a las fuerzas armadas de Ucrania enfrentadas a la imperiosa necesidad de aumentar los efectivos de su desgastada tropa. Supuestamente, esto marcaría una gran diferencia con la fuerza mercenaria rusa, compuesta por veteranos venidos de toda la Federación Rusa, los que durante años han tenido una activa participación para realizar el "trabajo sucio" en países como Libia, Mali, Siria y Ucrania, obedeciendo a los intereses del régimen de Putin.
El empleo de las CMP y de los combatientes "extranjeros", aunque sean identificados como parte de la tipología del "mercenarismo", se corresponde plenamente con lo que señalan Qiao Liang y Wang Xiangsui, en orden a interpretar las guerras actuales como guerras "irrestrictas" o "no restringidas", es decir, guerras que utilizan todas las herramientas y actúan en todos los terrenos 54 . Este concepto tiene también plena vigencia para el mundo occidental, donde si bien se habla de guerras de "espectro completo", aludiendo así al uso de todas las fuerzas y herramientas militares de manera conjunta y coordinada, la misma idea se puede extender para incorporar así, además, todos los campos y dimensiones en los que se inmiscuye la visión que tiene el hacedor de la guerra.
EL DERECHO DE LA GUERRA, LOS MERCENARIOS Y SUS MOTIVACIONES
Tal como resalta Robert Lawless 55 , históricamente el derecho de la guerra tenía "poco que decir sobre" los mercenarios. El término "mercenario" no estaba definido en el derecho de los tratados, ni el derecho de la guerra establecía el término como una condición distinta con carácter jurídico especial. Antes de 1977, la "regulación jurídica" de los mercenarios se limitaba principalmente a un requisito, basado en la "neutralidad", de que los Estados "no facilitaran" la formación de grupos de mercenarios 56 .
En 1977, el Primer Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra (PA I) 57 cambió significativamente la ley para los mercenarios, toda vez que el artículo 47, numeral 1., comienza negando a un mercenario "el derecho a ser combatiente o prisionero de guerra" y en el numeral 2. lo define como cualquier persona que:
Posteriormente, el año 1989, se promulgó la "Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios del año 1989" 59 , con lo cual sí se creó "un régimen de derecho penal para el mercenarismo", que identifica y define delitos penales, establece reglas de jurisdicción y obliga a adoptar medidas coercitivas. Además, el artículo 1 de la Convención de 1989 amplió la definición de "mercenario" del artículo 47 del PA I al eliminar la condición de que un mercenario realmente participe en las hostilidades. A diferencia del PA I, la Convención de 1989 tipifica como delito la participación directa en las hostilidades de cualquier persona que cumpla con la definición del artículo 1.
Al respecto, es necesario destacar que tanto Rusia como Ucrania son Partes del PA I y, por lo tanto, cada uno está obligado por el artículo 47 en el actual conflicto armado. Por otra parte, también es pertinente señalar que Ucrania es Parte de la Convención Internacional del año 1989, en tanto que Rusia no lo es. Por lo tanto, a diferencia de Ucrania, Rusia no tiene obligaciones con respecto a la Convención, tales como los requisitos de penalizar los delitos de mercenarios (art. 5), cooperar en la prevención de tales delitos (art. 6) y notificar al secretario general de las Naciones Unidas sobre posibles violaciones (art. 8 y art. 10) 60 .
Obviamente, lo señalado anteriormente tiene implicancias directas en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, respecto al "uso de mercenarios". Dado que Ucrania es Parte en la Convención de 1989, el "eventual" uso de mercenarios por parte de dicho país podría constituir un hecho internacionalmente "ilícito"; sin embargo, al respecto, resulta necesario observar que ya el año 2015 Ucrania presentó una comunicación al secretario general de las Naciones Unidas en relación a sus obligaciones en virtud de la Convención de 1989. En dicha comunicación, Ucrania afirmaba que no podía garantizar la aplicación y la implementación de la Convención en aquellas áreas de su territorio que eran objetivos de actos rusos de "agresión armada" 61 .
Por otra parte, el hecho de que Rusia no sea parte en la Convención de 1989 hace surgir dudas sobre la validez de las exigencias internacionales hacia Ucrania en relación a sus obligaciones en virtud de dicha Convención e incluso sobre otros tratados sobre el derecho de la guerra. Aclarando lo anterior, para determinar si los combatientes rusos, que sean capturados, califican como mercenarios, sería necesario considerar la definición del artículo 47 , numeral 2., del (AP I) en lugar de la definición establecida en la Convención de 1989.
Otro aspecto complejo, para la aplicación de la definición de mercenario del artículo 47, numeral 2., , se refiere al planteamiento de que debe estar motivado a participar en las hostilidades esencialmente "por el deseo de obtener beneficios privados", lo cual no es fácil de establecer como evidencia. Para comprobar lo anterior, se requieren pruebas fehacientes de las razones por las cuales un supuesto mercenario lucha y además existe la dificultad de averiguarlo no solo a nivel del mercenario individual, sino que al nivel del mercenarismo colectivo o grupal.
En relación a las motivaciones para participar en el conflicto apoyando a Ucrania, existe un estudio realizado por los investigadores Naira Arutyunova y Marco Bocchese 62 , donde afirman que las motivaciones y motivos expuestos por los combatientes "extranjeros" entrevistados guardan relación con "imperativos éticos" y que, por lo tanto, para una gran mayoría, luchar junto a los ucranianos era simplemente hacer lo correcto, en tanto que para otros, el deber de un soldado es tomar partido y luchar en una "guerra de agresión". En este mismo estudio, algunos de los entrevistados señalaron que decidieron tomar las armas para "proteger a civiles" que de otro modo habrían estado indefensos y muchos de ellos fueron convencidos de alistarse después de ver videos de las atrocidades cometidas por tropas y paramilitares rusos contra la población civil en la televisión o las redes sociales. Para otros, se trataba solo de una cuestión de principios, lo que significa que Ucrania tenía todo el derecho a defenderse de la agresión rusa y a recuperar el territorio ocupado ilegalmente desde 2014, de cualquier forma e incluso pidiendo ayuda a voluntarios extranjeros. Este mismo estudio agrega que para una gran mayoría la guerra en curso encarna un choque entre el modelo de democracia occidental y la integración europea pacífica, por un lado, y el neo imperialismo ruso, por el otro. También consideran a los rusos como enemigos históricos y geopolíticos, y que, por lo tanto, simplemente no se puede confiar en ellos. Finalmente, están aquellos que se han enlistado por vínculos familiares u otros motivos personales. Como sea, según estos investigadores, no se habría encontrado evidencia de que el dinero formara parte o contribuyera para la decisión de los voluntarios extranjeros de unirse a la lucha contra Rusia 63 .
El caso de la CMP Wagner muestra diferencias notorias con respecto a la Legión Internacional ucraniana. Luego de la rebelión ocurrida el año 2023, los efectivos de Wagner que combatían en Ucrania o que permanecían en Bielorrusia, han regresado nuevamente a Rusia, abandonando el servicio y muchos de ellos se han integrado a la "Rosgvardia" o "Guardia Nacional rusa" 64 . Por otra parte, muchos de ellos también se han retirado de Siria, ya que otras fuerzas mercenarias menores se han hecho cargo de las operaciones en ese lugar, las que se relacionan fundamentalmente con el control de los yacimientos petrolíferos en dicho país. En otros lugares, como Libia, el GRU 65 ha reemplazado casi por completo a Wagner y solo quedan algunos remanentes del grupo en labores de protección aeroportuaria y centros de comunicaciones.
Al respecto, se puede señalar que a Rusia le interesa de sobremanera desplegar grupos paramilitares que actúen en la "nebulosa de la guerra", por así decirlo, y que no puedan ser vinculados directamente a Moscú. Sin embargo, Wagner se hizo demasiado grande y peligroso, como demostró el levantamiento de junio de 2023, razón por la que Rusia desmanteló el grupo. Desde entonces, han surgido otros grupos mercenarios más pequeños, que ahora sí están más estrechamente controlados por el Estado. Como sea, la situación de Wagner era diferente en cada país y, con el tiempo, se convirtió en sinónimo de fuerzas paramilitares al servicio de Rusia, pese a que nunca existió una sola empresa con el nombre de Wagner, sino que su antiguo líder, Prigozhin, dirigía una enorme red de más de 600 empresas reunidas bajo este especial modelo militar empresarial 66 .
Sin duda que este modelo era útil para Rusia, toda vez que le permitía ampliar su influencia en distintos lugares. Por ejemplo, en muchos países africanos existe un resentimiento hacia los europeos, y los rusos se ofrecieron como una alternativa viable, lo cual fue especialmente evidente luego de la retirada o expulsión de la antigua potencia colonial francesa de varios países africanos. En cada país se cultivó un modelo de negocio diferente y, tal como ya se ha señalado, se sabe que Prigozhin tenía intereses económicos tangibles en la República Centroafricana, relacionadas con la extracción de oro y madera. En algunos momentos, dicho país podría incluso describirse como una colonia rusa, ya que alrededor de una décima parte del producto nacional bruto iba directamente a las arcas de la CMP Wagner. En otros lugares esta fuerza mercenaria sigue proporcionando aún apoyo militar o entrenamiento a las fuerzas armadas regulares, normalmente con el objetivo de mantener un determinado régimen en el poder.
Lo que queda claro es que la Federación Rusa intenta ejercer una influencia selectiva en África para así afectar directamente los intereses europeos. Rusia ha invertido mucho en África en los últimos 15 años, dado que, por un lado, le interesan las materias primas y, por otro, busca clientes adicionales para sus exportaciones, sobre todo debido a las sanciones en relación con la guerra que lleva a cabo con Ucrania. Derivado de todo lo anterior es que existen pocas dudas acerca de la condición mercenaria de la CMP Wagner al servicio del gobierno ruso 67 .
REFLEXIONES FINALES
Además de los ejércitos regulares, en los últimos años se han desarrollado corporaciones o compañías militares privadas como "actores de la guerra", las que ofrecen unidades armadas que custodian zonas valiosas, tales como campos de extracción petroleros o minas de diamantes para las empresas internacionales que laboran en situaciones de guerra civil. En África y Asia los "ejércitos privados" constituidos por personal altamente calificado, son contratados por gobiernos o rebeldes y juegan un papel decisivo en operaciones bélicas. Asimismo, el propio " peacekeeping " de las Naciones Unidas es asumido hoy en día, en parte, con la participación de corporaciones privadas a las que pertenecen veteranos militares y antiguos agentes de inteligencia y expolicías.
Al analizar la corporación militar privada y su relación con el Estado, podemos apreciar que las CMP juegan un papel cada vez más importante en la provisión de servicios militares y de seguridad, resultado del " outsourcing " de los ministerios o departamentos de defensa de diversos gobiernos. Este fenómeno comenzó después de la Guerra Fría, pero se reforzó con la invasión estadounidense de Iraq y Afganistán. En la actualidad, observamos la expansión de este fenómeno hacia otras regiones y con la interacción de nuevas CMP, provenientes de otras potencias globales y regionales, en particular el caso de China 68 .
Todos estos sucesos señalan el ascenso de nuevos sujetos no gubernamentales de la guerra en el sector defensa y seguridad internacionales, que cuestionan el monopolio de la violencia estatal, y generan una serie de cuestionamientos para repensar el Estado y su función como proveedor de seguridad y gestor de las actividades militares.
En una reciente entrevista realizada al reconocido escritor e historiador sueco Peter Englund, este último señaló que lo que está ocurriendo en Ucrania en estos momentos es un acontecimiento histórico mundial. Según Englund, el resultado de esta lucha decidirá el futuro, no solo de Europa, sino de todo el mundo. Si Rusia gana, agrega Englund, entraremos en un mundo oscuro e incierto en el que no importan los tratados; en el que la fuerza da la razón; en el que se puede atacar a cualquier país vecino que se quiera; en el que puede cambiar cualquier frontera que se desee; y todo esto, simplemente porque se tienen los medios para hacerlo. Si Putin pierde, y Englund espera que pierda, significa que todavía tenemos un orden mundial basado en normas comunes y en el derecho internacional 69 .
Avalando lo anterior, la Unión Europea (UE) y sus Estados han condenado enérgicamente lo que han definido como una "brutal guerra de agresión" de Rusia contra Ucrania y la "anexión ilegal" de las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Zaporiyia y Jersón. Al mismo tiempo, han condenado la participación de Bielorrusia en esta agresión militar 70 . Esta condena ha sido acompañada de un conjunto de sanciones destinadas a debilitar la base económica de Rusia, privándola de tecnologías y mercados vitales, y limitando de forma considerable su capacidad para mantener la guerra. En este mismo contexto, la UE también ha adoptado sanciones contra Bielorrusia, Irán y Corea del Norte en respuesta a su apoyo y participación en la agresión contra Ucrania 71 .
No obstante, todos los informes obtenidos de fuentes abiertas y de organismos estatales internacionales, sugieren que tanto Rusia como Ucrania están reclutando y complementando fuerzas de maneras que potencialmente implican normas legales internacionales relacionadas con los mercenarios. Por una parte, hemos visto la participación activa del Grupo Wagner, una reconocida CMP rusa, y por otro lado el gobierno de Ucrania ha creado su Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, también conocida como Legión Internacional Ucraniana o Legión Extranjera Ucraniana, que reúne a miles de combatientes "extranjeros" para luchar a favor de la causa ucraniana.
Ambos países en conflicto adhieren al "Primer Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra (PA I)" del año 1977 y solo uno de ellos (Ucrania) lo hace respecto de la "Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios" del año 1989, pero ya ha planteado reservas al cumplimiento de dicha Convención Internacional, derivadas de la ocupación rusa de Crimea el año 2014 y de la actual invasión de nuevos territorios ucranianos por parte de las fuerzas rusas desde el año 2022 en adelante.
La aparición de las fuerzas mercenarias está ligada de manera directa a los cambios en la forma de hacer la guerra, la privatización y expansión de las actividades militares y de seguridad, el desarrollo tecnológico e informático realizado por empresas, el millonario gasto que los gobiernos destinan al sector defensa, y la modernización de los ejércitos nacionales alrededor del mundo. Dado que todas estas condiciones no deberían cambiar en el corto ni mediano plazo, se estima que las fuerzas mercenarias, en todas sus modalidades y tipologías actuales o futuras, continuarán actuando en el escenario internacional, obteniendo cada vez más protagonismo.
Su papel en intervenciones militares y su participación en combate sugiere dudas respecto a si existen los mecanismos para que rindan cuenta en caso de que su actuar se salga de control. Tampoco existe claridad a quienes responden legalmente estas fuerzas. Por otra parte, hoy en día existe una estrecha relación entre los "directores ejecutivos" de las fuerzas mercenarias y la "élite política" de los gobiernos que las utilizan, lo cual se evidencia en aquellos casos en que se niega el uso de las mismas, aunque sea de conocimiento público su real existencia.
Como entes privados, las fuerzas mercenarias han logrado constituirse como organizaciones capaces de influir en las formas en que se ejerce la fuerza y la violencia, y se han perfilado como nuevos participantes en los conflictos asimétricos tales como la "guerra contra el terrorismo", pero además son reproductoras de nuevas lógicas de violencia que fomentan la prolongación de conflictos, todo lo cual contribuye a generar aún más cuestionamientos acerca de sus actividades.
El control democrático y parlamentario de actividades internacionales y transnacionales se ha hecho extremadamente difícil bajo las condiciones de la globalización, y esto ocurre en mayor medida en el sector de las CMP y de los combatientes "extranjeros". Los mecanismos nacionales de control desaparecen o no se desarrollan de la misma manera que la internacionalización o la privatización, mientras que al mismo tiempo no se construyen mecanismos internacionales para su control.
Los gobiernos y sus ejércitos tienen que rendir cuentas en sus parlamentos, pero las empresas privadas no y además algunos países continúan desarrollando fuerzas militares constituidas íntegramente por efectivos "extranjeros". De esta forma, con el uso de estas CMP y "Legiones", los gobiernos pueden organizar misiones internacionales "encubiertas".
La participación de civiles en combate y su estatus traen consigo graves problemas de derecho internacional de guerra. Derivado de aquello se ha creado un verdadero manto de "impunidad"; mientras los militares pueden ser juzgados por tribunales militares, en el caso de los empleados de las CMP esto no es posible, ya que ellos solo pueden ser acusados frente a la justicia civil, la cual en caso de conflicto interno o externo muchas veces no opera adecuadamente, no existe, no funciona o no está interesada a en el seguimiento de este tipo de casos. Las "legiones" de combatientes extranjeros, por su parte, solo contribuyen a confundir aún más las acciones legales derivadas de su eventual participación en hechos penalizados por las leyes de la guerra.
Todo lo anterior no es atribuible a la casualidad o la excepción. El empleo de las fuerzas mercenarias "ilegales" o "legitimadas" presenta grandes ventajas a quienes las emplean. Los gobiernos no tienen que asumir responsabilidades en caso de implicaciones ilegales o "mal vistas", así como tampoco sobre la existencia de muertos o heridos durante las misiones, ya que no se trata de miembros formales de las tropas oficialmente reconocidas por el Estado.
Finalmente, resulta válido señalar que ningún Estado o poder económicamente superior ha podido ni puede resistir en su contabilidad el contrato de una fuerza mercenaria por un tiempo muy largo ya que la onerosidad de su quehacer, su profesionalismo y los riesgos que implica la ejecución de su actividad, son todos tan altos que la cantidad de dinero que se paga por el trabajo realizado resultará igualmente onerosa. A esto, necesariamente, debemos agregar los costos éticos que se deben pagar, aunque en pleno siglo XXI aquello parezca irrelevante.